viernes, 8 de enero de 2016

QUEDATE...

Quédate,
No luches,
No te rindas,
Solo acepta y quédate a mi lado.
En este camino angosto y difícil
Solo quédate y no sueltes mi mano.
No tienes que hacer nada, no necesito valientes a mi lado,
Solo quédate.
En las mañanas me levanto con la misma luz que te levantas tú,
No es cuestión de no verla,
Es cuestión de que quieras verla.


No decaigas, a veces lo deseas, lo sé, no es diferente a las sensaciones que tenemos todos los demás. Sería fácil tirar la toalla, bajar los brazos  y que salga el sol por donde quiera. Pero el sol siempre sale por el mismo sitio, con la misma intensidad. Son las nubes, el tiempo, las barreras las que nos hacen ver la luz de otra manera. No queda otra que enfrentarte y aceptar quedarte a mi lado.
No es fácil, lo sé, nadie dijo que lo fuera, más aún cuando todo se acumula a tu alrededor o más bien dentro de ti. Sí, no es fuera donde tienes que actuar, es dentro de ti. No culpes, no juzgues, solo quédate.
No es rápido, lo sé. Los cambios, la aceptación y la transformación es lenta. No se hace en un día, ni en un mes. Es tiempo que dejaste de dedicarte a lo más importante, tú. Ahora toca quedarse, no te vayas aún.
Lo echas de menos, lo sé. Siempre lo harás. No habrá día que pase que no eches de menos. Hasta las etapas, antes oscuras, ahora añoradas, las echaras de menos. Por eso te pido que te quedes.
Ahora, en el presente. Quédate en este mismo momento, tu mente se quiere ir, lo sé. Yo te pido que te quedes, observes, no huyas. Donde estás. Este eres tú ahora, no dudes que es difícil verte. Mucho de tu pasado y mucho de tu futuro no te dejan ver que la única razón es esta: QUÉDATE.
Aquí, conmigo, con la gente de tu alrededor. Con tu momento. No hay otro.
Por eso te pido que no te vayas
Quédate,
No luches,
No te rindas,
Solo acepta y quédate a mi lado.
En este camino a veces hermoso
Quédate y siente el calor del que tienes al lado.
No tienes que hacer nada, ya eres valiente si lo haces,
Solo quédate.

Las noches nos llegan a todos.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Todas aquellas veces...

Es complicado ser feliz hoy en día, lo se. Feliz es un adjetivo ambiguo dificil de explicar y de demostrar, es una sensación interna subjetiva e intermitente. Entiendo por felicidad un estado puntual de plenitud y exaltación de nuestros valores y bienes personales, quizá no coincide con nuestro mejor momento material pero si con nuestro mejor momento emocional.
Pero reconozco que es complicado llegar a ese estado, y más complicado es que sea duradero. 
Puede que sea más común la estabilidad que la felicidad. La primera es "todo va bien pero no soy consciente de ello continuamente". 

Por mi profesión suelo ser observadora y me pregunto si este mundo, de la manera que lo tenemos organizado, no nos aleja demasiado de esa palabra llamada estabilidad.
Cada día aumenta el número de personas con ansiedad y depresión en todo el mundo y cada día las enfermedades derivadas por el estilo de vida son más comunes y peligrosas. 
Esto me hace pensar y mucho. Pero me pregunto: ¿solo lo pienso yo o habrá más gente que esté de acuerdo con esta reflexión? ¿Vivimos o tiramos de la aguja del reloj? ¿Cuántas cosas necesitamos para ser felices? ¿Cuándo se terminará esa frase de: "cuando pase esto , cuando llegue aquello, entonces..." ? 
La pescadilla que se muerde la cola. ¿ A dónde queremos llegar? 
Miro, observo, analizo y cuestiono mi ambiente, mi forma de relacionarme con él y siempre hay una excusa para no hacer y mil razones para seguir en ese estado. 
Con este tipo de reflexiones recuerdo alguna que otra película igual de "singular" que mi filosofía. En Matrix, un mundo virtual e irreal manejado por un albedrío controlado hacía de los seres humanos que vivieran aletargados en un mundo real destruido y a punto de la extinción. ¡ Si ¡ ¡Lo se¡ No pongas caras extrañas... no es el mundo en el que vivimos, aún me queda razón para entender y comprender la ficción. Pero no es acaso este mundo, un mundo lleno de cuadriculadas costumbres, rutinas interpuestas, deberes y derechos marcados antes de empezar, ¿ Para llegar a qué?
Mucho más profundo, en un mundo menos externo, olvidándome de la política, de conflictos internacionales, de vecinos y del "que dirán", en un mundo más interno dentro de nosotros mismos.
Todas aquellas veces que me he encontrado en un estado de felicidad he valorado todo lo que tengo y he sentido compasión por mi, por perder tan pronto ese estado y volver a hundirme en un mundo virtual e irreal de sentimientos negativos e incompletos. 
No debe de ser tan dificil vivir de manera natural. 
Pero creo que a nivel de sociedad vamos directos a nuestra propia insatisfacción continua como máxima destrucción.
Ante esto ¿ qué podemos hacer? Poco margen nos queda... Aunque sospecho que los medios de comunicación alimentan ese estado. Como ejemplo, pon el telediario de las tres de la tarde. Dato curioso: un minuto antes de narrar el conflicto de Siria, los problemas políticos y económicos de España y la falta de comedores escolares...Solo un minuto antes de narrar estas noticias han puesto un anuncio de un coche, de un movil, de un viaje o de un crucero... Esa contrariedad es la que hace que me pregunte tantas y tantas cosas. 
Todas aquellas veces que me paro a pensar en lo importante de mi vida, deja de ser importante todo aquello que impera en mi vida. 
Igual de contradictorio...

lunes, 2 de marzo de 2015

No dejes que la vida pase sin haber saltado al menos una vez.

Mientras la vida pasa...

Así es, mientras la vida pasa tú te empeñas en dejar puertas abiertas, culpas y complejos que no existen hoy, pero la vida sigue pasando.

Y no los solucionas sino que sigues andando como un zombie haciendo todo lo que ayer no te hacía feliz y quejándote de lo que hoy estás haciendo que era igual que ayer.
La vida, mientras tanto, te va diciendo que no..., que por aquí no tienes que ir. Te lo dice en una cara, en un gesto, en una crítica, en un error que vuelves a cometer una y otra vez sin saber porqué o , aun sabiéndolo, sigues haciéndolo. Y la vida sigue pasando y tu sigues creyendo que el tiempo te dará la solución a lo que hoy no estás cambiando.
Sigues pensando que lo que tenemos es lo único que existe, que no hay oportunidad para cambiarlo todo. Quizá lo que estás haciendo es mostrar el miedo que tienes a caerte, a sufrir, a equivocarte cuando ya lo estás haciendo sino cambias. Es más fácil sufrir con lo que tenemos que mirar a la vida con valentía.
Somos todos cobardes en el amor, en el trabajo, en la amistad, hasta con nosotros. Por no tener la valentía de vivir seguimos anclados en moratones y heridas que nosotros mismos hemos dejado que nos hicieran.

Deja de vivir una historia que no te pertenece, que nunca has sido feliz en ella. Se valiente por una vez, no tires la toalla como si la vida no tuviera más oportunidad.
Siempre saltar al vacío es difícil, todos tenemos cuerdas que nos atan al pasado, pero no ves... que no eres feliz.
Salta, cambia, vive, no dejes que la vida te vaya marcando un ritmo que no te pertenece.
Pero siempre hay excusas para no avanzar: la familia, el dinero, los hijos...
Y mientras tanto pasa la vida y pierdes cosas, pierdes personas, pierdes amores. Y te resignas a saber que tú podías haber hecho algo para cambiarlo todo y no lo hiciste.
Vivirás toda la vida sabiendo que todo podía haber sido diferente y no lo hiciste realidad, y luego no grites que la vida es injusta, porque el injusto has sido tú no viviéndola.
Acepta lo que no puedas cambiar y cambia aquello que no te hace feliz, que no hay oportunidades, que la vida no se encarga de quitarte las cosas que te hacen daño, que solo te acumula los problemas, que las personas no cambian.
La pasión que sentiste no la volverás a sentir, el amor que viviste no lo volverás a vivir porque la vida pasa y tu seguirás creyendo que algún día se solucionarán las cosas, que habrá un golpe de suerte.
Deja de ver la vida pasar, cree en ti, en tus posibilidades, no saltes al vacío sin paracaídas, porque todos tenemos herramientas para seguir, la vida no te golpea más fuerte de lo que puedas soportar, eres tú el que dejas de golpearle a la vida, de mostrarle coraje.
Al final de tus días mirarás atrás y pensarás... -Por qué no lo hice...- y es que solo tenemos billete de ida.
No creas que pensar así te hace ser un alma inconsciente. Solo es difícil porque tienes que vencer tus miedos, tus prejuicios, tus complejos. Más allá está la libertad de equivocarte y entender que no somos lo que tenemos sino lo somos, seres imperfectos que tienen la obligación de cometer errores. 

No dejes que la vida pase sin haber saltado al menos una vez.


Cuando lo urgente no deja paso a lo importante

No es fácil reconocer que tenemos un problema. La mayoría de las ocasiones rechazamos la crítica, tanto interna como externa, antes de expresar que necesitamos ayuda. Ello nos provoca gran frustración y lo externalizamos con conductas en ocasiones destructivas hacia nosotros y hacia las personas que nos rodean.

Nadie nos enseño a evaluarnos y a enfrentarnos a nuestros defectos. O bien, los tenemos muy presentes y desvalorizamos nuestras virtudes o bien, los obviamos e intentamos vivir como si nosotros no tuviéramos problemas.

El primer paso para encontrar la estabilidad es pedir ayuda cuando no nos estamos encontrando bien. A veces la ayuda que necesitamos es de un amigo, un familiar o alguien cercano, otras, necesitamos la ayuda de un profesional que nos oriente y nos una perspectiva diferente por la que poder mirar.

Vivimos en una sociedad que necesita adaptación continua a sus necesidades, un esfuerzo más psicológico que físico y en ocasiones el estrés, la infelicidad y la falta de herramientas emocionales nos hacen bloquearnos hasta llegar a la depresión o la ansiedad. Por tanto es importante saber donde están nuestros límites, observarnos y saber cuando empezamos a tener problemas que por nosotros mismos no podemos solucionar.


Por tanto, obsérvate, reconócete y cuídate. No es fácil y en muchas ocasiones lo urgente no deja paso a lo importante. Pero es de vital importancia saber donde estás equivocándote.

Siempre he sido partidaria de los buenos consejeros, de las personas que hay a tu alrededor que no te dicen lo que quieres escuchar sino te dicen lo que justamente necesitas para mejorar. Nútrete de ellos y hazles caso, seguro que tienen interés por verte más feliz. Y sin duda visita a un profesional cuando lo requieras. Después de 10 años trabajando con pacientes sin duda puedo afirmar que la terapia es una de las cosas que mejor puede hacer una persona para su bienestar personal.


Recuerda, que lo urgente no vaya por delante de lo importante. Porque si siempre actúas así puede que la vida al final te vaya dando problemas.  

domingo, 15 de febrero de 2015

¿Sientes empatía o simpatía por tu hijo? 7 CLAVES PARA FOMENTAR LA EMPATÍA EN NUESTRAS RELACIONES CON LOS NIÑOS

En muchas de las charlas que ofrezco a padres y madres siempre les hago una pregunta: ¿Qué sentís pos vuestros hijos: simpatía o empatía? Muchos de ellos me miran contrariados porque no saben que significa dichos conceptos o por donde quiero continuar la conversación. Y es que son dos términos que se parecen mucho pero que en ocasiones pueden confundir nuestras emociones. 


Cuando somos empáticos con nuestros hijos o con las personas que nos rodean lo que estamos haciendo es lo siguiente: 

- Somos capaces de ponernos en su lugar.
- Lo entendemos.
- Nos centramos en sus emociones.
- No buscamos la solución al problema, solo lo comprendemos 
- No lo juzgamos.

Cuando por el contrario somos "simpáticos":

- No nos ponemos en su lugar, solo sentimos una inclinación emocional hacía él. 
- Queremos buscar una solución al problema sin analizar si es lo mejor para él.
- LLegamos a sentir el mismo estado emocional que la otra persona, llegando a afectarnos y sin llegar a comprenderla.
- Implica compasión
- O bien se suele quitar importancia a la emoción o al problema del otro.

En muchas ocasiones los padres sienten emociones incoherentes e incorrectas como pena, compasión y sobrepreocupación por sus hijos y estas emociones no son debidas a la empatía, sino a la simpatía que sienten por sus hijos. 

Todos sabemos que los niños y niñas van a pasar por diferentes etapas en su vida, algunas fáciles de llevar por ellos y otras algo más difíciles. Todo esto forma parte del crecimiento natural y normal del niño ya que es a traves de esos estados emocionales por los que pasa que irá madurando y creciendo poco a poco. Aunque en ocasiones eso conlleve tener emociones negativas. 

Muchos padres, dentro de esos procesos de sus hijos, sienten tanta "simpatía" por sus hijos, que reflejan en ellos sus propios complejos y sufren demasiado intentando buscar solucines a sus problemas cuando lo único que pueden haces es comprenderlo e intentar mostrarle las herramientas para que ellos mismos los superen. 

Es inevitable la preocupación cuando un ser querido lo está pasando mal pero en ocasiones debemos de controlar esos sentimientos que lo único que hacen es que lo pasemos igual de mal a la hora de atravesar las diferentes etapas como padre de un niño o niña. 

Os pongo un ejemplo, imaginaros que una niña de 14 años, en plena adolescencia, con sus pequeñas crisis de baja autoestima y de crecimiento emocional, se enamora. Ella tiene idealizado su principe, cree que el amor es de una manera y que en muchas ocasiones va acompañada de grandes actos de demostración de cariño. Pero su amor no es correspondido y ella, dentro de su inocencia, muestra su desgarrador desamor en redes sociales, le falta concentración y llora por las esquinas, si a eso se le une que sus amigas están en el miso estado inestable que ella, aumenta, por tanto su soledad y su falta de comprensión por el mundo. 

Nosotros tenemos pues dos opciones: 

1. O bien, entendemos que es un proceso normal de su crecimiento y el descubrimiento de nuevas emociones. La acompañamos y la escuchamos e intentamos no despreciar sus sentimientos y la ayudamos a que tenga herramientas para que lo supere, sabiendo que tardará tiempo y vendrá seguido de múltiples capítulos.

2. O bien, lloramos con ella, hablamos con sus amigas, despreciamos sus sentimientos o bien reflejamos en ella sentimientos nuestros. En un intento de ayudarla, lo que hacemos es entorpecer su crecimiento ya que nos parece un problema cuando solo es parte de su crecimiento. La acosamos a preguntas diarias y tomamos medidas inadecuadas creyendo que serán positivas para ella. Olvidando que es ella la que tiene que superar esta situación y no nosotros. 

Esto ocurre en muchas ocasiones ya que nos pueden las emociones. Sentimos debilidad y simpatía por los niños y niñas y al final, en un afán de hacerlos más felices, los hacemos más dependientes y con problemas emocionales. 

¿Qué podemos hacer para sentir empatía?

1. Intenta valorar la situación:  es decir, valora la gravedad de los hechos. En ciertas edades los niños sufren por cosas que nosotros sabemos que no son importantes, pero debes comprenderlos, debes saber que es normal y apoyarlos y darles herramientas para que los superen lo antes posible. No es recomendable quitarle importancia, ni reirse, ni ignorarle. Solo de escucharle y que él mismo busque su solución con nuestra mano cercana. 

2. Intenta mantener siempre una misma actitud estable. Eso ayudará a escucharlo y compréndelo. 

3. No le des soluciones. Orienta y ofrécele apoyo pero no le soluciones el problema. 

4. No reflejes tus complejos personales o traumas. En muchas ocasiones, cuando alguien lo pasa mal, solemos hablar más de nosotros que de ellos, creyendo que así él o ella se sentirá identificado con lo que le está pasando. Hay que utilizar nuestras experiencias pero no siempre. Normalmente cuando alguien lo pasa mal es importante escucharle ya que él tiene más ganas de hablar que de escuchar. 

5. Intenta que no centralice tu vida, un error que cometen los padres es que cuando sus hijos tienen un problema, centralizan su vida a su alrededor, acentuando la preocupación. 

6. Practica la comunicación asertiva siempre, aunque no haya problemas.

7. Se optimista y generoso en la independencia de los niños. Ellos necesitan caerse para aprender en esta vida. Hoy en día hay muchos problemas emocionales infantiles debido a una gran sobre protección por parte de los padres. 





lunes, 17 de noviembre de 2014

Colaboración "Gente con Alma" La procrastinación

Muy buenos días a todos y a todas.
Aquí os dejo el enlace al espacio que todos los meses realizo en CONDAVISIÓN, en el espacio de actualidad de "Gente con Alma".
Esta vez toco hablar de procastinación
¿Qúe no sabes lo que es?
Pues ya te falta tiempo para ver el video y escuchar unos consejos muy recomendables.

http://www.condavision.es/video/aWhob2k=/pagina/2/